Por:
Sergio Emilio Segura
Todos los seres humanos son parecidos en ciertos
aspectos pero tan distintos en otros que los hacen realmente únicos. La
capacidad de percepción se ve reflejada día a día en todos los momentos que
algo ocurre puesto que hacerlo siempre variará en cada persona. Lo que ve el
dueño de la casa nunca será lo mismo que perciba su vecino.
Para definir la percepción de la imagen desde el
objeto sujeto hay que tomar en cuenta que cada sujeto es único y su percepción
variará siempre de lo que otros puedan opinar; no por refutar siempre sino
porque psicológica y fisiológicamente todos son distintos. Esta percepción es
conocida como la manera en que se aprende el medio circundante y nuestra propia
corporalidad.
Siempre las percepciones se verán afectadas por
los procesos fisiológicos y psicológicos de las personas, definiendo el primero
como la sensación que genera un estímulo dentro un campo sensorial el cual se
convierte en emociones reflejadas en excitación hacia los centros superiores.
El segundo proceso, psicológico, es definido como
el conocimiento que se tiene del estímulo, siempre siendo este consciente y
representándolo de manera mental. Se forma debido al proceso mental de análisis
y síntesis a estímulos e imágenes procedentes de experiencias anteriormente
adquiridas además de la percepción propia que resulta de este proceso
sumándolas con los recuerdos y las ideas al mismo tiempo asociadas.
La unión de estos dos procesos
se denomina sensopercepción con la cual se crean datos y elementos que derivan
en imágenes. La primera de ellas es la sensorial, resultado de la percepción
normal y directa. La segunda es la postimagen sensorial, la cual es transitiva
ya que cuando pasa el estímulo la imagen desaparece.
También aparecen imágenes que
representan recuerdos en ausencia de objetos, conocidas como imágenes
amnésicas; o las que son productos de la imaginación, a través de la cual se
crean objetos con experiencias ficticias, denominadas como imágenes fantásticas.
Por último están las imágenes eidéticas, cuando el sujeto puede ver objetos a
pesar de que estos ya hayan desaparecido, oníricas, cuando el sujeto se duerme
y la imagen se forma entre la unión de su última percepción y la fantasía. Por
último, la pareidólica formada entre percepción real y figuras fantásticas.
Dentro de la temática es
importante resaltar el análisis de contenido, según Raymond Colle, en este ‘’No
se piensa en la simple función de recepción comprensiva de un mensaje ni
tampoco en el ejercicio básico de la facultad de crítica aunque sea
evidentemente su base’’ haciendo referencia a que es la investigación
científica a través de procedimientos metodológicos los que permiten realizar
un verdadero análisis científico.
Todo contenido se presta para
ser analizado, siempre y cuando se le apliquen los pasos correspondientes para
entender el verdadero significado del mensaje. Va ligado directamente con el
análisis del medio impreso, utilizado para textos que deben ser analizados de
manera objetiva y sistemática midiendo siempre la calidad y claridad del
mensaje determinando el estado psicológico que crea en un sujeto.
Si bien todo variará
dependiendo del sujeto que analice y el objeto que se preste para hacerlo, cada
uno de esos análisis de contenido deberá realizarse siguiendo aspectos
importantes, psicológicos y fisiológicos, que determinarán el alcance derivado
en resultados pertinentes.
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